Principios y propósito: la brújula del Gobierno Corporativo

“Gobierno” es una palabra que proviene del latín “gubernare”, que originalmente quería decir “dirigir o pilotear una nave”. De este modo, cuando hablamos de gobierno corporativo en una organización, nos referimos al organismo encargado de definir su dirección y asegurar que mantenga el curso, entregando directrices, monitoreando su avance y haciéndose cargo de obstáculos y desafíos que pueda enfrentar en el camino.

Al igual que en la navegación, “pilotear” una compañía no es nada sencillo. Incluso aquellos con vasta experiencia y renombre, inesperadamente pueden verse envueltos en una gran tormenta y un mar embravecido, que muchas veces requerirá más que grandes habilidades para mantenerse a flote. Sin embargo, ¿Cómo pilotear una nave cuando tu tripulación deja de confiar en ti? ¿Cómo recuperar la confianza y hacer que te sigan cuando los has llevado a una situación con altos niveles de riesgo? Y si sobrevives, ¿cómo convencer a otros stakeholders para que apoyen tus próximas expediciones?

Los Principios de Gobierno Corporativo de la OCDE y el G20 no sólo buscan prevenir situaciones como la anterior, sino también guiar el actuar del gobierno corporativo con probidad. Estos señalan que su propósito es “facilitar la creación del ambiente de confianza, transparencia y rendición de cuentas necesario para favorecer las inversiones a largo plazo, la estabilidad financiera y la integridad en los negocios y la comunidad”. Todo ello para contribuir a un crecimiento más sólido y al desarrollo de sociedades más inclusivas.

Estos tres principios clave -confianza, transparencia y accountability- deben ser la base de todo su quehacer, siendo indispensables para proteger la sostenibilidad y legitimidad del negocio, especialmente en tiempos como los actuales, donde las organizaciones están constantemente expuestas al escrutinio público y donde las exigencias y expectativas sobre su actuar y el de sus líderes son cada vez mayores.

Sin embargo, que estos principios realmente estén presentes en la gestión del gobierno corporativo no solo requiere un marco de trabajo, de control y evaluación bien definido. También es necesario contar con un propósito superior, en palabras de Larry Fink de Blackrock, un «propósito social» que no solo busque rendimiento financiero sino también una contribución positiva a la sociedad. 

De este modo, para navegar con éxito es clave que el liderazgo esté alineado desde el gobierno y la administración con los principios y propósito de la organización. Estos son la brújula para navegar momentos difíciles y evitar entrar innecesariamente en aguas peligrosas o ayudarnos a salir de ellas, evitando terminar a la deriva o, peor aún, en un naufragio.

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