El poder de la diversidad multigeneracional

Estamos viviendo un recambio generacional donde los primeros millennials ya están llegando a los cuarenta, muchos de ellos asumiendo cargos de bastante responsabilidad y liderazgo, como nuestro nuevo Presidente electo, e incluso varios representantes de la generación Z están ingresando al mercado laboral. ¿Hermosa o tormentosa diversidad junta en un mismo lugar?, pues dependerá del punto de vista de quién lo vea.

Se trata de un tema que ha cobrado bastante relevancia e interés en los círculos empresariales, y es que si bien ver a tanto joven emprendedor exitoso y activista cambiando el mundo entusiasma a cualquiera, tener uno cerca que quiere cambiarlo todo sin aún haber demostrado nada es algo que puede asustar de sobremanera. ¿Y cómo no, si las nuevas generaciones piensan distinto, hablan distinto, visten distinto y actúan diferente? Para ellas, ninguna regla es tan rígida, cualquier paradigma es refutable y nada sigue necesariamente una lógica, algo que, dependiendo del contexto, puede ser un gran don o un tremendo desastre. El problema es que muchas veces es difícil detectar si es lo primero o lo segundo hasta que ya es bastante tarde.

Por otro lado, desde el punto de vista de ellos, muchas veces los Baby Boomers son sinónimo de antigüedad, rigidez y obsolescencia que, por muy ofensivo que suene para algunos, en ocasiones no deja de tener razón. Es solo cosa de reflexionar un poco y de seguro varios nombres que cumplan con esas características se nos vendrán a la mente. Sin embargo, en bastantes casos, esa categoría etárea es más bien sinónimo de experiencia y sabiduría, dos elementos que también son claves para cambiar y mejorar el mundo. Sin ir más lejos, Katalin Karikó, la creadora de la tecnología que permitió a Pfizer y BioNTech desarrollar su vacuna contra el Covid-19 en tiempo récord, está a tan solo unos días de cumplir 67 años.

En un mundo tan cambiante y desafiante como el actual hemos visto que la clave del éxito radica de manera importante en la capacidad de colaborar, sumando distintos puntos de vista, conocimientos y experiencias para lograr soluciones superiores ante problemas cada vez más complejos. En esta diversidad, cada una de las distintas generaciones tiene bastante que aportar. Por eso, para lograr convivir entre ellas sin morir en el intento y aprovechar lo mejor de cada una, el primer paso siempre es  dejar de lado el temor a lo diferente y, a partir de ello, escuchar y conocer al otro, tener las conversaciones necesarias por muy difíciles que sean y aprender a identificar y apreciar lo que cada uno puede aportar. No olvidemos que para cambiar necesitamos nuevas soluciones derivadas de nuevas inquietudes y preguntas, junto a los aprendizajes y conocimiento que traen consigo los años de experiencia.

También te puede interesar